La Lectura Fácil es una metodología que facilita la accesibilidad a todo tipo de textos (legislativos, narrativos, etc) de aquellas personas que puedan tener dificultades de comprensión lectora.
Más allá de las normas oficiales de Lectura fácil, a la hora de seleccionar el texto y las imágenes de los materiales que se usen para trabajar la lectoescritura con alumnos y alumnas con TEA (así como otros textos que se muestren para los alumnos en los diferentes entornos del centro) es imprescindible:
- Usar un lenguaje sencillo y directo, con vocabulario de uso habitual
- Evitar los conceptos abstractos
- Utilizar oraciones cortas e informativas
- Incluir una sola idea principal en cada oración
- Emplear la voz activa frente a la pasiva, y evitar las frases condicionales y el subjuntivo
- Elegir signos de puntuación sencillos
- Uso de minúsculas, más legibles que las mayúsculas, preferentemente negras sobre fondo blanco y de tamaño moderado (demasiado grande o demasiado pequeña dificultan igualmente la lectura).
- Texto dividido en capítulos relativamente cortos, y éstos en párrafos, para permitir pausas frecuentes.
- El fin de página debería coincidir con el fin de un párrafo
- En los primeros cuentos narrados, las imágenes que acompañen al texto deben representar lo que expresa.
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