Hoy os cuento cómo he creado un rincón de la calma, un espacio físico dónde poder ir a calmarse cuando el alumnado se encuentre nervioso en el aula específica en centro ordinario.
No hay emociones buenas o malas,
1. He elegido un lugar cerca de una ventana en una esquina del aula
2. Lo he separado con dos estanterías sin trasera para delimitarlo físicamente pero poder controlar qué hace el alumnado cuando se encuentra en él.
3. Lámina identificativa del lugar
4. Cartel con escala de emociones: desde tranquilo a enfadado. Es muy importante que el alumno identifique en que nivel se encuentra y cuando acudir a calmarse.
5. Espejo para mirar la cara cuando está enfadado, tranquilo, puff para sentarse, tumbarse, apretar. Objetos para calmarse: peluches, sacos de bolas, pelotas para apretar, palo de lluvia. Balón de pilares para saltar.
Comentarios
Publicar un comentario